Lagrima

Nuestra bodega llevaba años planificando un vino que fuera un homenaje a la vitivinicultura de Lanzarote y de la Geria, un deseo que siempre estuvo en mente del fundador, Eduardo Martinón. Con un concepto basado en los deseos del fundador se quería demostrar la autenticidad y el verdadero potencial de los vinos creados en nuestra tierra, por lo que se escogieron unas viñas que rondaban los ochenta y dos años de edad la primera vez que se creó este vino. Vino muy franco con gran intensidad aromática. En boca es muy intenso, cremoso y largo. Tiene postgusto largo, persistiendo los matices minerales. Vino con gran personalidad y complejidad aportados por la tierra de la Geria.